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La piedra en nuestras calles y plazas
Desde la antigüedad, se ha venido usando la piedra para crear nuestras calles y plazas. Es una elección segura porque es resistente, tiene mucha durabilidad y es estético. Desde nuestro taller, ofrecemos 5 piedras areniscas de diferentes colores, que aún multiplican las posibilidades de diseño.
Actualmente encontramos en el mercado gran variedad de adoquines: diferentes medidas, acabados, o la forma de colocación, nos permiten infinidad de diseños y composiciones. Se usan tanto en zonas peatonales como en calles con tráfico rodado. Dependiendo del uso de la vía, podemos optar por un espesor del adoquín u otro para adecuarlo al uso. Para zonas con tráfico rodado general usaremos un grosor de 7 u 8 cm y para zonas peatonales, bastaría con 4cm.
Otra opción es la baldosa, en formatos más grandes que el adoquín. Usados generalmente para bulevares o plazas, también permiten diseños y combinaciones variadas. Al igual que el adoquín, su principal ventaja es la durabilidad frente al clima o las roturas. La baldosa de piedra arenisca también es muy usada en interiores, donde aporta calidad y confort al espacio.
En piedra también se pueden crear piezas especiales para completar nuestras vías. Por ejemplos, los caz, que recogen el agua de lluvia y la dirigen hacia su evacuación.
O los bordillos, que a modo de cordón, separan la zona de vehículos de la de peatones generalmente a distinto nivel. También sirven para rematar espacios: zonas ajardinadas, aceras, o espacios de diferente uso.
Complementan también el diseño de las vías urbanas las baldosas podo-táctiles. Son baldosas acanaladas o abotonadas que por su textura y color diferenciado sirven de referencia a los viandantes con problemas visuales y además controlan el exceso de deslizamiento en rampas.
Todos estos productos, los elaboramos en nuestro Taller, en 5 tipos de piedra Arenisca: Uncastillo, Beige Pirineo, Azul Pirineo, Rojo Moncayo y Gris Moncayo.